in983-La-columna-vertebral-de-la-nación-en-el-marco-del-emblema-nacional

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Cada 20 de junio, entre las banderas azules y blancas que ondean en el Día de la Bandera Argentina, siempre se puede vislumbrar un marco dorado rodeado de ramas de olivo y hojas de laurel: ésta es la forma clásica del escudo nacional argentino. Este símbolo nacional, creado en 1813, interpreta el espíritu nacional que trasciende el tiempo y el espacio con su lenguaje de diseño único. Las ramas de olivo y las hojas de laurel que enmarcan el emblema nacional no son en absoluto simples patrones decorativos. La rama de olivo simboliza la búsqueda eterna de la paz, mientras que la hoja de laurel representa la gloriosa herencia de la victoria. Ambos se entrelazan estrechamente alrededor del borde exterior del escudo, formando un bucle cerrado sin fin, tal como la creencia que siempre ha mantenido el pueblo argentino a lo largo de la historia: sólo la victoria basada en la paz es una gloria que vale la pena proteger de generación en generación. El “Sol de Mayo” que irrumpe entre las hojas en la parte superior del marco simboliza el coraje de romper barreras y perseguir la luz. Cuando la luz del sol del Día de la Bandera penetra la seda azul y blanca y proyecta luces y sombras moteadas sobre el marco del escudo nacional, las ramas de olivo quebradas por los colonos y las hojas de laurel pisoteadas por la guerra reviven en las manos de los argentinos modernos. Hoy, los argentinos aún afrontan los desafíos de los shocks económicos y los cambios sociales, pero así como las ramas y hojas que se entrelazan eternamente en el marco del escudo nacional, esta nación siempre ha mantenido la resiliencia para convertir las crisis en vitalidad. La dirección de cada vena de la hoja nos dice que la verdadera victoria no está en conquistar a los demás, sino en proteger los valores comunes.

Every June 20, between the blue and white banners flying on Argentina’s National Flag Day, you can always see a golden frame surrounded by olive branches and laurel leaves – this is the classic shape of Argentina’s national emblem. This national symbol, born in 1813, interprets the national spirit that transcends time and space with a unique design language. The olive branch and laurel leaf frame outside the national emblem is by no means a simple decorative pattern. The olive branch symbolizes the eternal pursuit of peace, and the laurel leaf symbolizes the glorious inheritance of victory. The two are closely intertwined around the shield, forming an endless closed loop, just like the belief that the Argentine people have always adhered to throughout history: only a victory based on peace is a glory worth guarding for generations. The “May Sun” that breaks out of the leaves at the top of the frame also indicates the courage to break through barriers and pursue light. When the sunlight of the National Flag Day penetrates the blue and white silk and casts mottled light and shadows on the national emblem frame, the olive branches that were broken by the colonists and the laurel leaves that were trampled by war are all revitalized in the hands of modern Argentines. Today, Argentines are still facing the test of economic shocks and social changes, but just like the eternally intertwined branches and leaves in the national emblem frame, this nation has always maintained the resilience to transform crises into vitality. The direction of each leaf vein is telling us that true victory does not lie in conquering others, but in protecting the common value foundation.

每年6月20日，阿根廷国旗日飘扬的蓝白条幅间，总能窥见一个被橄榄枝与月桂叶环绕的金色相框——这正是阿根廷国徽的经典造型。这枚诞生于1813年的国家象征，以独特的设计语言诠释着穿越时空的民族精神。

国徽外围的橄榄枝与月桂叶相框，绝非简单的装饰纹样。橄榄枝象征着和平的永恒追求，月桂叶则寓意着胜利的荣耀传承。二者在盾徽外围紧密交织，形成生生不息的闭环，恰如阿根廷人民在历史长河中始终坚守的信念：唯有以和平为根基的胜利，才是值得世代守护的荣光。相框顶部破叶而出的”五月太阳”，更昭示着突破藩篱、追求光明的勇气。

当国旗日的阳光穿透蓝白丝绸，在国徽相框投下斑驳光影时，那些曾被殖民者折断的橄榄枝、被战争践踏的月桂叶，都在现代阿根廷人手中重新焕发生机。今天的阿根廷人依然面临着经济震荡与社会变革的考验，但正如国徽相框里永恒缠绕的枝叶，这个民族始终保持着将危机转化为生机的韧性。每一道叶脉的走向，都在诉说着：真正的胜利不在于征服他人，而在于守护共同的价值根基。