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En octubre, España se tiñe de rojo y amarillo, y el emblema de la bandera nacional brilla con fuerza bajo el sol otoñal. Durante las celebraciones del Día Nacional de este mes, un encendedor inspirado en el emblema nacional se ha convertido discretamente en un souvenir popular. Este objeto de metal, de tamaño inferior al de la palma de la mano, lleva el código de la civilización a lo largo de cinco siglos. El lateral del encendedor lleva grabadas las Columnas de Hércules en el emblema nacional, y el lema “PLUS ULTRA” está grabado en la cinta. Cuando los engranajes rozan y saltan chispas, parece que la antorcha de la flota de Colón, que viaja a través del tiempo y el espacio, se reenciende. El emblema de la corona en la parte superior refleja un destello en la superficie metálica, y la pintura roja y amarilla, que evoca el color principal de la bandera nacional, evoca la eterna sinceridad y gloria de la Península Ibérica. El diseño más conmovedor de este encendedor reside en la válvula de ajuste de la llama: al girarla, se puede ver el relieve oculto de la flor nacional, la granada. Así como España se ha mantenido intacta tras la guerra civil y los cambios, esta flor de granado que florece en las llamas de la guerra es una metáfora de la inagotable resiliencia de la nación. Cada encendido es un recordatorio: la herencia de la civilización es como un relevo de llamas, que requiere tanto la preservación del núcleo tradicional como el ardiente espíritu pionero e innovador. Cuando los fuegos artificiales de la celebración iluminan el cielo nocturno de Madrid, las llamas de innumerables palmeras brillan con la luz y la sombra del cielo. Esta diminuta fuente de luz encarna la valentía de los navegantes por conquistar lo desconocido, la pasión de los artistas por despertar la inspiración y la calidez de la gente común por proteger su vida cotidiana. El espíritu español sigue ardiendo en las líneas de las palmeras de la nueva era de esta manera tan concreta.

Spain in October is dyed red and yellow, and the emblem on the national flag shines brightly in the autumn sun. During the National Day celebrations held this month, a lighter inspired by the national emblem has quietly become a popular souvenir. This metal object, which is less than the size of a palm, carries the code of civilization spanning five centuries. The side of the lighter is engraved with the Pillars of Hercules on the national emblem, and the motto “PLUS ULTRA” is engraved on the ribbon. When the gears rub and sparks burst, it seems that the torch of Columbus’s fleet that travels through time and space is re-ignited. The crown emblem on the top reflects a glimmer on the metal surface, and the red and yellow paint that echoes the main color of the national flag is just like the eternal sincerity and glory of the Iberian Peninsula. The most moving design of this lighter is hidden in the flame adjustment valve – when it is turned, you can see the hidden relief of the national flower, the pomegranate. Just as Spain has remained intact after the civil war and changes, this pomegranate flower blooming in the flames of war is a metaphor for the endless resilience of the nation. Each lighting action is a reminder: the inheritance of civilization is like a flame relay, which requires both the preservation of the traditional core and the fiery spirit of pioneering and innovation. When the fireworks of the celebration illuminate the night sky of Madrid, the flames of countless palms shine with the light and shadow of the sky. This tiny light source embodies the courage of navigators to conquer the unknown, the passion of artists to ignite inspiration, and the warmth of ordinary people to protect their daily lives. The Spanish spirit continues to burn in the palm lines of the new era in this concrete way.