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——El legado espiritual del Día de la Bandera Argentina: En la Pampa, en junio, una bandera azul y blanca ondea al viento. El 27 de febrero de 1812, el General Manuel Belgrano izó la primera bandera nacional a orillas del río Rosario y cada 20 de junio los argentinos volverán a contemplar este tejido que lleva el peso de la historia en el Día de la Bandera Nacional. Cuando la gente enmarca la bandera nacional y el emblema nacional, el marco de madera pintado de oro no solo es una decoración sino también un contenedor espiritual de una nación. El patrón de la rama de olivo en el marco del emblema nacional hace eco del laurel y la aceituna en la parte superior del emblema nacional argentino. Estas plantas se entrelazan alrededor del borde del marco para formar un guardián eterno, tal como la misión dada al emblema nacional por la Convención Constitucional en 1813: el gorro de la libertad simboliza la liberación, las manos unidas representan la unidad y la Cordillera de los Andes y el Río de la Plata constituyen la columna vertebral del país. El marco de fotos congela el sol de mayo, convirtiendo a cada espectador en testigo de la historia. Lo que los argentinos modernos usan para enmarcar sus fotografías no son sólo telas y emblemas, sino también las creencias a las que se aferran en medio de las crisis económicas. Así como un marco de fotos necesita cuatro esquinas estables que soporten la imagen, una nación también necesita valores comunes que sirvan de punto de apoyo. Cuando los jóvenes publican en las redes sociales fotos enmarcadas de la bandera nacional, lo que heredan no es sólo un símbolo visual, sino también el coraje que el General Belgrano cosió en la bandera: el sol de mayo nunca se pone, y siempre brilla en el camino hacia el renacimiento en el marco.

——The spiritual heritage of Argentina’s National Flag Day On the Pampas in June, a blue and white flag unfurls in the wind. On February 27, 1812, General Manuel Belgrano raised the first national flag on the banks of the Rosario River. Every June 20, Argentines will gaze again at this fabric that carries the weight of history on National Flag Day. When people frame the national flag and the national emblem, the gold-painted wooden frame is not only a decoration, but also a spiritual container of a nation. The olive branch pattern of the national emblem frame coincides with the laurel and olive on the top of the Argentine national emblem. These plants are interwoven into eternal protection at the edge of the frame, just as the mission given to the national emblem by the Constitutional Convention in 1813 – the cap of freedom symbolizes liberation, the clasped hands represent unity, and the Andes Mountains and the La Plata River constitute the backbone of the country. The frame solidifies the sunshine of May, making every viewer a witness to history. Modern Argentines use frames to frame not only cloth and emblems, but also the faith they hold on to in economic shocks. Just as a picture frame needs four stable corners to hold the picture, a nation also needs common values as a fulcrum. When young people post framed photos of the national flag on social networks, they inherit not only the visual symbol, but also the courage that General Belgrano sewed into the flag: the sun in May never sets, and it always shines on the road to revival in the frame.