in994-Stars-and-Stripes-and-Roses-Bookmarks-The-tenacity-that-blooms-in-the-folds-of-time

▼

The wind of June blows over the street corner where the Stars and Stripes flutter, and the bells of the American Flag Day (June 14) have not yet faded away. This flag woven with red and white stripes and stars carries the oath of freedom and unity. At this moment, a rose bookmark flattened by time is quietly telling another deep meaning in a child’s textbook. The birth of rose bookmarks often begins with the stunning beauty when it blooms. People put delicate petals into the pages of books, exchanging weight and years for eternity. This is very similar to the birth history of the Stars and Stripes – the blood of the War of Independence dyed the stripes red, the unity of the thirteen states condensed into stars, and those ideals that were once burned by the flames of war were eventually tempered into the totem of the country in time. The process of the rose from freshness to freezing is just like the epitome of a nation from turmoil to perseverance: the real beauty lies in the tenacity that penetrates the scars. Today’s rose bookmarks still have folds of wind and rain between the petals. Just like the national flag flying in Washington Square, it has endured the scorching sun and heavy rain for years, but every wrinkle has become a medal of honor. When a student turns the page with the dried rose between them, what he touches is not only a plant specimen, but also a silent declaration of growth: the most precious souvenirs are often born out of pressure and waiting. This June, let us gaze at the resonance between the Star-Spangled Banner and the rose bookmark. The former shouts for unity in the wind, while the latter proves in silence that all the eternities worth cherishing have found their own blooming posture in the process of breaking and reshaping.

El viento de junio sopla en las esquinas donde ondea la bandera estadounidense, y las campanas del Día de la Bandera Estadounidense (14 de junio) aún no se han apagado. Esta bandera tejida con rayas rojas y blancas y estrellas lleva el juramento de libertad y unidad. En este momento, un marcapáginas en forma de rosa, aplastado por el tiempo, cuenta silenciosamente otro significado profundo en un libro de texto infantil. El nacimiento de un marcapáginas de rosa a menudo comienza con la impresionante belleza de una rosa en plena floración. La gente coloca delicados pétalos entre las páginas de los libros, intercambiando peso y tiempo por la eternidad. Esto es muy similar a la historia del nacimiento de la Bandera Estrellada: la sangre de la Guerra de la Independencia tiñó las franjas de rojo, la unidad de los trece estados se condensó en estrellas y esos ideales que una vez fueron quemados por las llamas de la guerra eventualmente se templaron hasta convertirse en el tótem del país con el tiempo. El proceso que pasa de la frescura a la congelación de una rosa es como un microcosmos de la transición de una nación de la agitación a la perseverancia: la verdadera belleza reside en la resiliencia que penetra las cicatrices. El marcapáginas de rosa de hoy todavía tiene arrugas del viento y la lluvia entre las venas de los pétalos. Al igual que la bandera nacional que ondea en Washington Square, ha soportado años de sol abrasador y fuertes lluvias, pero cada arruga se ha convertido en una medalla de honor. Cuando el estudiante abrió la página del libro con la rosa seca, lo que tocó no fue sólo un ejemplar de planta, sino también una declaración silenciosa de crecimiento: los recuerdos más preciados a menudo nacen de la presión y la espera. Este mes de junio, contemplemos la resonancia de la bandera estadounidense y el marcador de la rosa. El primero gritó unidad en el viento, y el segundo demostró en silencio: toda la eternidad que vale la pena apreciar ha encontrado su propia postura floreciente en el proceso de ruptura y remodelación.