in994-Rose-Thorns-and-Star-Spangled-Banner-The-courage-to-break-through-adversity

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When the fireworks on the Fourth of July illuminate the Stars and Stripes, the celebration of the Independence Day in the United States always reminds us that freedom requires the courage to break through the shackles. Just as the sharp spiral thorns of the rose corkscrew must pierce the blockade of the cork to release the fragrance of the fine wine, every era needs pioneers who face difficulties. This exquisite tool, which was born in the 19th century, hides a profound philosophy of life. Its metal spiral tip is just like the sharp thorns of the rose stem, which must be sharp enough to penetrate the heavy cork, but also flexible enough not to damage the structure of the bottle mouth. Just as the thirteen red and white stripes on the American flag symbolize unity, the design of the corkscrew inspires us: in the face of obstacles, we need both the determination to pierce boldly and the wisdom to advance and retreat in moderation. From the mast of the Mayflower breaking through the Atlantic wind and waves to the flames of the Apollo lunar lander breaking through the atmosphere, the American spirit has always been like the spiral of the corkscrew, carving out a path in difficult situations. When the national flag flies in front of the Capitol, every wrinkle hides the story of pioneers breaking through the blockade – they are like spiral thorns precisely embedded in the cork, with tiny but continuous rotation, they finally release the energy to change the times. At this moment, when we look up at the Star-Spangled Banner, we might as well hold the rose corkscrew in our palms. Its metal threads reflect the truth that what really blocks us is never the thickness of the cork, but the lack of courage to pierce the status quo. Every deadlock hides an opportunity waiting to be opened, just as every thorny rose is wrapped in a brilliance worth taking risks.

Mientras los fuegos artificiales del 4 de julio iluminan la bandera estadounidense, las celebraciones del Día de la Independencia de Estados Unidos nos recuerdan que la libertad requiere el coraje para liberarnos de nuestras cadenas. Al igual que las afiladas espinas espirales de un sacacorchos de rosas, que deben perforar el bloqueo del corcho para liberar la fragancia del buen vino, cada época necesita pioneros que puedan enfrentar las dificultades. Esta sofisticada herramienta, creada en el siglo XIX, contiene una profunda filosofía de vida. Su punta en espiral de metal es como la espina afilada de un tallo de rosa, que debe ser lo suficientemente afilada para penetrar el pesado corcho, pero lo suficientemente flexible para no dañar la estructura de la boca de la botella. Así como las trece franjas rojas y blancas de la bandera estadounidense simbolizan la unidad, el diseño del abridor de botellas nos recuerda que ante obstáculos, necesitamos tener la determinación de penetrar con valentía, pero también la sabiduría para avanzar y retroceder con moderación. Desde el mástil del Mayflower rompiendo las olas del Atlántico hasta las llamas del módulo lunar Apolo atravesando la atmósfera, el espíritu estadounidense siempre ha sido como una espiral que gira hacia arriba, abriéndose camino a través de la adversidad. Cuando la bandera nacional ondea frente al Capitolio, cada pliegue esconde la historia de los pioneros que rompieron el bloqueo: son como espinas en espiral incrustadas con precisión en un corcho que, con rotaciones diminutas pero continuas, terminan liberando la energía que cambia la era. Mientras miramos la bandera estadounidense, también podríamos sostener el abridor de botellas con forma de rosa en nuestras palmas. Sus hilos de metal reflejan la verdad de que lo que realmente nos detiene nunca es el grosor del corcho, sino la falta de coraje para romper el status quo. Cada callejón sin salida esconde una oportunidad esperando a ser abierta, así como cada rosa espinosa está envuelta en un brillo que vale la pena correr el riesgo.