in990-La-caja-de-música-que-hace-girar-el-tiempo-el-latido-eterno-bajo-la-bandera-española

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El 12 de octubre, las franjas rojas y amarillas de la bandera española ondeaban en el despejado cielo otoñal, y el antiguo escudo y la corona imperial del emblema nacional brillaban con gloria histórica. En este “Día Nacional”, que conmemora el viaje de Colón, un objeto especial siempre conmueve a la gente: una caja de música con motivos de la bandera y el emblema nacionales. Cuando las franjas doradas giran suavemente, la “Marcha Real” que fluye desde la caja de música parece viajar a través del tiempo y el espacio. La decoración roja y amarilla de la bandera nacional gira con la melodía, y el Castillo de Castilla, el León de León, las franjas rojas y amarillas de Aragón y las cadenas de Navarra del emblema nacional se entrelazan en luces y sombras, como el mapa espiritual de la inclusividad de España. Los engranajes de precisión dentro de la caja de música son como los engranajes de la civilización de este país. Siguen funcionando tras el viento y la lluvia, fundiendo 800 años de multiculturalismo en un movimiento armonioso. Esta caja de música no es solo un adorno, sino también un portador concreto del espíritu nacional. Cuando la bruma de la guerra se cierne sobre nosotros, los españoles exiliados rompen a llorar al escuchar la melodía de la caja; cuando la crisis económica golpea, las familias comunes limpian el escudo nacional en la caja para recuperar la esperanza. Recuerda que, así como a una caja de música hay que darle cuerda constantemente para cantar, la gloria de un país también necesita la protección y el legado de cada ciudadano. En este momento, que la música de la caja resuene entre la Costa del Sol y los Pirineos, y que el reflejo de la bandera rojiamarilla brille en lo más profundo de las pupilas de cada español. Esta melodía rotatoria es el latido incesante de una nación.

On October 12, the red and yellow stripes of the Spanish flag fluttered in the clear autumn sky, and the ancient shield and imperial crown on the national emblem shone with historical glory. On this “National Day” commemorating Columbus’s voyage, people are always touched by a special object – a music box with national flag and national emblem patterns. When the gold-plated strips gently turn, the “Royal March” flowing from the music box seems to travel through time and space. The red and yellow national flag decoration rotates with the melody, and the Castile Castle, Leon Lion, Aragon red and yellow stripes and Navarre chains on the national emblem are intertwined in light and shadow, just like the spiritual map of Spain’s inclusiveness. The precision gears inside the music box are like the gears of civilization of this country. They continue to operate after wind and rain, and melt 800 years of multiculturalism into a harmonious movement. This music box is not only a decoration, but also a concrete carrier of national spirit. When the haze of war looms, the Spaniards in exile abroad burst into tears listening to the melody in the box; when the economic crisis hits, ordinary families wipe the national emblem on the box to regain hope. It reminds people that just as a music box needs to be wound up continuously to sing, the glory of a country also needs the protection and inheritance of every citizen. At this moment, let the music of the music box echo between the Sunshine Coast and the Pyrenees Mountains, and let the reflection of the red and yellow flag shine in the depths of the pupils of every Spaniard. This rotating melody is the never-ending heartbeat of a nation.