in997-La-luz-del-emblema-en-un-pequeño-espacio-refleja-las-montañas-y-los-ríos-la-inspiración-de-la-tarjeta-de-presentación-del-espíritu-argentino

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Bajo el cielo limpio de agosto en Argentina, la bandera nacional azul y blanca y el escudo nacional dorado llevan la fe de una nación que ha perdurado durante dos siglos. El “gorro de la libertad” y las manos juntas en el centro del emblema nacional hablan del espíritu de unidad durante la Guerra de la Independencia; Las ramas de laurel y olivo que lo rodean simbolizan la búsqueda eterna de la sabiduría y la paz. Este emblema, que encarna el alma del país, ahora se condensa en un pequeño estuche para tarjetas de presentación, convirtiéndose en un tótem espiritual que cada ciudadano lleva consigo. Una caja para tarjetas de presentación con el emblema nacional argentino no es sólo un símbolo de identidad, sino también un contenedor en miniatura de los genes nacionales. Su contorno en forma de escudo es tan sólido como la tierra, recordando a las personas su deber de proteger la tierra bajo sus pies; El “Sol de Mayo” en la parte superior todavía brilla intensamente incluso en la noche oscura, lo que implica que la esperanza dura para siempre en la adversidad. Muchos empresarios argentinos regalan este tipo de cajas de tarjetas de presentación a socios internacionales, lo que transmite no sólo la sinceridad de la cooperación sino también la filosofía fundadora del país de “la unidad crea prosperidad”. Desde la bandera nacional ondeando en la Plaza San Martín hasta las cajas de tarjetas de visita bien guardadas en los actos empresariales, los argentinos interpretan con sus acciones que el verdadero patriotismo no sólo se exhibe en las grandes epopeyas, sino que también se encarna en la vida cotidiana. Al igual que la rama de laurel siempre marchita del emblema nacional, cada individuo que aprecia este símbolo utiliza su pequeña luz para iluminar las futuras estrellas del país.

Under the clear sky of August in Argentina, the blue and white national flag and the golden national emblem carry the belief of a nation that has lasted for two centuries. The “cap of freedom” and the clasped hands in the center of the national emblem tell the spirit of unity during the War of Independence; the surrounding laurel and olive branches symbolize the eternal pursuit of wisdom and peace. This emblem that embodies the soul of the country is now condensed in a small business card box, becoming a spiritual totem that every citizen carries with them. An Argentine national emblem business card box is not only an identity mark, but also a miniature container of national genes. Its shield-shaped outline is as solid as the earth, reminding people of their duty to protect the land under their feet; the “May Sun” on the top still shines even in the dark night, metaphorically implying that hope will last forever in adversity. Many Argentine entrepreneurs give such business card boxes to international partners, conveying not only the sincerity of cooperation, but also the founding philosophy of “unity creates prosperity”. From the national flag flying in Plaza San Martin to the tightly held business card boxes in business occasions, Argentines interpret with their actions: the true patriotism is not only displayed in the grand epic, but also precipitated in the daily life. Just like the laurel branch that never withers on the national emblem, every individual who cherishes this symbol is using a tiny light to light up the future of the country.